martes, 2 de octubre de 2012

¿El litio para Chile?



Más allá de que el dueño de Soquimich sea el yerno de Pinochet o de que se haya hecho dueño por esa misma condición matrimonial después de haber estado en CORFO a cargo de la empresa, lo que ha pasado con esta situación es que deja muchos vacíos e interrogantes que pueden ser interpretados de distinta manera.
Más allá de que el contrato se haya adjudicado a una empresa que podría no reunía los requisitos - la no existencia de litigios con el Estado de Chile - o se hayan cometido otras desprolijidades a las que nos ha tenido acostumbrados el actual ejecutivo, lo grave es que las medidas se han tomado a espaldas de los intereses públicos y eludiendo el debate de fondo sobre la aplicación de la ley vigente.
Algo no está claro. ¿Por qué el apuro de buscar esta forma de entregar la explotación del litio en lugar de una concesión con todas las de la ley? Una triquiñuela jurídica nos conduce a un contrato de explotación entregado a la empresa que mayores intereses tiene en esta materia, en circunstancia que hoy no parece rentable la masiva explotación de este recurso pues ello puede llevar a una repentina baja del precio.
Es decir, cuando el Estado dice estar interesado en la explotación de este recurso - de gran interés para el desarrollo futuro de la tecnología -, en lugar de ceñirse a la ley y hacerlo directamente o a través de empresas propias, entrega la explotación a quien puede ser su máximo competidor y que, evidentemente está más interesado en mantener el control de la producción que su explotación masiva.
El Estado podría obtener enormes ingresos mediante el desarrollo de empresas similares a CODELCO, quien por lo demás es propietaria de enormes zonas con reservas de litio y de sus derechos de explotación, pero el gobierno actual ha preferido entregar la explotación a manos privadas.
Se sigue concentrando el poder económico en las manos de ciertas personas, cumpliendo así un diseño peligroso para el desarrollo del país y el bienestar de sus ciudadanos. Pero, además, se sigue favoreciendo que ese enriquecimiento se haga en desmedro del patrimonio estatal y de la posibilidad de tener un desarrollo armónico de la sociedad chilena, mediante mecanismos de distribución y asignación de recursos para el apoyo de los sectores menos favorecidos.
El litio es un recurso que llegará a ser tan importante como el cobre y por ello su explotación debe producir ganancias y beneficios para todos los chilenos y no sólo para aquellas empresas pertenecientes a grupos minoritarios, cuyo único empeño es la búsqueda del lucro y del enriquecimiento personal. Es precisamente por ello es que estamos ante un tema de Estado, de interés nacional y que como tal, nos involucra a todos como sociedad y sobre el cual tenemos el derecho y el deber de expresar nuestra posición. Es el interés de Chile y de su pueblo el que está en juego, de las generaciones presentes y futuras. Sin perjuicio de ello y en aras de la transparencia es que se debe investigar a fondo por las instancias competentes la legalidad del proceso de licitación recientemente realizado.
Abogado ambientalista.
Candidato a Concejal.

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